En el barrio de La Viña se ha armado un gran revuelo. Nunca la colocación de una simple grúa ha causado tanta expectación; pero es que se trata de la reconstrucción de Lorca tras la destrucción que provocaron los terremotos, ni más ni menos. «Las obras comenzarán en pocos días, cuando tengamos la licencia en la mano», explicó el gerente del Grupo Barea, Miguel Barea, pero «los vecinos necesitaban ver algo que les hiciera pensar que por fin los solares vacíos empiezan a llenarse de hormigón».
Y es que el barrio más castigado por los terremotos se presenta un año después con un aspecto desolado y sin vida, los solares donde antes había viviendas se cuentan por decenas, calles enteras aparecen vacías y son cada vez más frecuentes las pancartas en los edificios en los que aún no se ha resuelto el derribo en las que los vecinos reclaman una solución inmediata para volver a su hogar. «Yo a veces aparto la vista, miro para otro lado porque todavía me cuesta digerir que esto siga así», afirmó a 'La Verdad' una vecina, María Navarro.
Colocar una grúa para levantar un edificio parece fácil pero nada más lejos de la realidad porque «detrás hay una gran lucha con la administración que nos ha hecho perder mucho tiempo», aseguró Barea. Pese a los contratiempos, «la Gerencia de Urbanismo, salvo algún reparo, se ha portado dignamente, quieren que esto salga adelante», aclaró el promotor
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